#Bodegas— Vinos de Potrero, mucho más que impronta futbolera

Ya hay músicos, directores de cine, conductores de TV y artistas que producen su propio vino, faltaban los futbolistas. Es cierto que Diego Maradona y Leo Messi han participado de diferentes proyectos con su nombre, pero hasta ahora ningún jugador había puesto realmente manos a la obra. Quien cruza el umbral es Nicolás Burdisso, y sale a la cancha con sus Vinos de Potrero.

Con la solidez y el bajo perfil que caracterizó su exitosa carrera en Boca, la Selección Argentina y el fútbol italiano, el proyecto de Burdisso se inició en 2010, cuando invirtió en tierras de una Gualtallary a punto de desplegar su esplendor en el mercado vitivinícola. Tras unos años de vender la uva y descubrir el potencial de las cuatro pequeñas fincas (de entre 3,4 y 4,6 Has), se conectó con el enólogo Bernardo Bossi Bonilla (de amplia trayectoria, Casarena, entre otras bodegas) para animarse con sus propias etiquetas, que por un lado remiten al fútbol, pero que también buscan representar el espíritu rústico del terruño.

El portfolio emerge con una gran relación precio-calidad y con una búsqueda marcada de diferenciarse internamente. El Malbec de entrada impresiona por su típica expresividad mineral de Gualtallary, el Reserva Malbec se ubica ya como una de las apariciones más interesantes de este año, y Gran Malbec y el Blend, con marcado paso por madera, tendrán que encontrar su lugar en el tiempo. Bossi completa su equipo enológico con los ingenieros agrónomos Marcelo Canatela y Alejandro Liveralia.

Burdisso tiene claro que no quiere vender “los vinos de Burdisso”, sino que se defiendan solos por su calidad. El día a día del proyecto lo supervisa su esposa Belén Soler Valle, pero el futbolista tiene ya un amplio plafond desde el cual vertir opinión. En la actualidad juega en el Genoa, ubicado geográficamente entre la Toscana y Piamonte, por lo que a principios de semana, tras los partidos, suele hacerse escapadas a los viñedos para seguir aprendiendo.

Por supuesto tiene a su favor haber vivido más de diez en años en un país que respira vino como Italia, y, de hecho, colegas suyos como Andrea Pirlo tienen sus propias bodegas familiares. La cultura está tan instalada que incluso en la concentración, antes de los partidos, las comidas son acompañadas por alguna copa de tinto para amenizar la charla.

Burdisso destaca al brasileño Maxwell como un gran conocedor entre los futbolistas, como así también a Walter Samuel y Santiago Solari como dos ex compañeros que lo acompañan en el interminable camino del descubrimiento.

La conexión fútbol y vinos no es nueva. En los años 80 eran famosas las postales de los asados del plantel de Independiente, con Ricardo Bochini en una punta con el Valmont etiqueta roja siempre abierto. Más acá en el tiempo, Diego Simeone ha sabido cenar frecuentemente con su fetiche Luigi Bosca Gala I, mientras que algunos jugadores de River de los años 90, como Leo Astrada, Walter Silvani y Martín Cardetti, llenas cavas de calidad y cantidad. Un caso más excéntrico es el de Ezequiel Lavezzi, conocido por su afición a los relojes de lujo y también a etiquetas de altísima gama como los Vega Sicilia (España) o los de última moda en nuestro país.

MALBEC DE POTRERO

ALCOHOL: 14,00%

PH/ACIDEZ: 3,6

AZÚCAR RESIDUAL: 1,4

CRIANZA: 6 meses barricas de primer y segundo uso.

RESERVA DE POTRERO

ALCOHOL: 14,00%

PH/ACIDEZ: 3,5

AZÚCAR RESIDUAL: 1,3

CRIANZA: 12 meses barricas de primer y segundo uso

GRAN MALBEC DE POTRERO

ALCOHOL: 14,10%

PH/ACIDEZ: 3,7

AZÚCAR RESIDUAL:1,6

CRIANZA: 12 meses barricas de primer y segundo uso.

EL DEBUT DE POTRERO BLEND

UVA: 60% Malbec 20% Cabernet Franc 20 % Syrah

ALCOHOL: 14,10%

PH/ACIDEZ: 3,5

AZÚCAR RESIDUAL: 1,3

CRIANZA: 18 meses barricas de primer y segundo uso.

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