#MiniEntrevista — Gerardo Michelini, Gen del Alma

LA VIDA DESPUES DEL JI JI JI

Fue muy fuerte lo que pasó, todavía no caemos del impacto. Dos años después hoy estamos produciendo siete veces más de lo que vendimos en la primera cosecha, y da la impresión de que tampoco va a alcanzar. Fue un vino disruptivo, rupturista, realmente me sorprendió cuando Decanter nos hizo ese reconocimiento que cambió todo. ¡Casi fue un poco injusto!

SUPUESTOS DILEMAS DEL VINO ARGENTINO

Hace poco, en una feria, vino un hombre y me encaró muy serio: “Estoy preocupado. El Ji Ji Ji es muy bueno, pero no es la verdadera imagen del vino argentino. ¿Qué hacemos con eso?”. Y yo le respondí con la misma pregunta: “¿Qué hacemos con eso?”. Con mi mujer, Andrea Muffato, y mis hermanos, estamos en una misma sintonía, casi una cruzada, de romper esquemas y preconceptos. Realmente es lo que nos gusta, pero no veo con simpatía cuando genera tendencias sólo por imitación. Sin dar nombres, hoy en algunos vinos empezamos a ver etiquetas groseramente rebeldes, pero sin el contenido conceptual al que aspiramos con nuestros vinos.

CRUCE DE GENERACIONES

Desde ya que me pone contentísimo la evolución de nuestro hijo Manuel con sus Plop! Es su manera de interpretar a su propia generación y recién anda por los 20 años. Por mi lado estoy empeñado a conseguir un Malbec de alta gama que respete nuestro lugar, nuestra idiosincrasia, nuestra manera hacer el vino, y que al mismo tiempo no tenga ese tanino dulce tan característico de Sudamérica. La apuesta se llama Seminare y estamos llegando, estamos llegando…

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