#Microapuntes: Degustación Bodega Tacuil

Si los vinos de Salta coquetean con la idea de lo extremo, Bodega Tacuil representa una experiencia superior. Desde que en 2001 se desprendió de la Bodega Colomé, la familia Dávalos potenció en el mundo un prestigio que en la Argentina apenas si está disponible para quienes buscan elevar su nivel en la cultura del vino.

Conocimos a Francisco Morelli, apasionado embajador de Tacuil por Estados Unidos, Europa y otras zonas en las que bodega se convirtió en un proyecto de culto. Mientras se descorchaban las botellas, la charla recorrió todos los caminos. Las cinco horas de viaje en ripio para llegar a los 2.600 msmn en los Valles Calchaquíes. Las vicisitudes de trabajar en una finca a la que todavía no llega la electricidad. La visión y las pintorescas pocas pulgas de Raúl Dávalos, patriarca de la bodega. Los métodos de riego intocable desde la época de los diaguitas, que respetan 10has de viñedos con rendimientos muy bajos, por tanto excepcionales. Las historias amplifican el disfrute de un vino y, en este caso, cada botella que abrimos la contaba con crudeza en la copa.

RD Sauvignon Blanc

Del norte se espera siempre un torrontés, las fincas de Tacuil en el departamento de Molinos tienen Sauvignon Blanc desde 1823. Cada añada tiene su propia personalidad, pero en cualquier caso transmiten un elemento a priori intangible: sol. Se manifiesta a través de la piracina (los sabores herbáceos) bien combustionadas, como los ejemplares del viejo mundo. Esta misma uva se puede disfrutar también en el Sauvignon Blanc-Torrontés de San Pedro de Yacochuya.

RD

Un Malbec-Cabernet sin madera, uva orgánicas 100%, oxigenación eterna, potente, para valientes, un milagro, un vino para miles de vidas… Y las notas pueden seguir, porque de trata de un ejemplar francamente distinto para la experiencia de tomar vino. Una belleza salvaje, con una asombrosa capacidad de resistencia: puede estar intacto si se lo toma abierto después de un mes (siempre que se lo guarde en condiciones adecuadas).

DOÑA ASCENSION

Con el RD, el 33 de Dávalos y el Viña de Dávalos ya instalados en el mundo, el propio Francisco Morelli se animó en 2003 a un vino con su propio sello, con el nombre que homenajea a su tatarabuela. Es el único de toda la línea que pasa por madera, con la idea de buscar la microxigenación. Sin perder identidad, el resultado es un vino bien elegante, que se expresa cada vez mejor a medida que pasan las horas.

BONUS TRACKS: BODEGA TUKMA

Un proyecto paralelo de Morelli, en pleno desarrollo, hecho con viñedos en Tolombón y Angastaco, vecinos a Tacuil. Nos trajo un Cabernet Sauvignon y un Gran Corte (Malbec-Cabernet Sauvignon y Tannat), ejemplares con estructura e identidad, que buscan su lugar en el mercado. Y para cerrar, un Gran Torrontés (supervisado por el gran José Luis Mounier), ideal para “lavarse los dientes” después de semejante degustación.

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